España es uno de los países que más energía malgasta. Esto es debido a la falta de cultura de la eficiencia y del ahorro energético existente en nuestro país. Así que, ¿y si nos culturizamos en eso del ahorro energético?
¡EMPEZAMOS!
Las tres cuartas partes de las fuentes de energía disponibles, las consume el 15% de la población de la Tierra, ya que el resto de la humanidad a penas llega a tener acceso a su consumo.
Además, como ya hemos comentado en entradas anteriores, es muy importante respetar el medio ambiente y, eso también se consigue reduciendo el gasto de energía.
Es muy importante encaminarnos hacia un consumo energético equitativo (que esté repartido de forma más equilibrada a lo largo del planeta) y sostenible (no pensar en el hoy, sino en el mañana).
El ahorro de energía supone por un lado, un beneficio económico para las familias y la sociedad, ya que reducimos el importe de nuestra factura; y, por otro, un beneficio para el medio ambiente, ya que influye reduciendo el impacto del cambio climático y mejorando la biodiversidad.
La teoría está muy bien pero... ¿cómo lo ponemos en práctica?
Para ahorrar energía debemos de evitar el uso deficiente de electrodomésticos, el uso excesivo de la iluminación, el aire acondicionado o la calefacción y, el derroche de agua caliente.
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Taking a bath on bathtub at Stockholm (1) by Moheen Reeyad. CC-BY-SA-4.0 |
También debemos de fomentar el uso de transporte público, el hábito de ir a pie o en bicicleta, el aislamiento térmico de las casas y el uso de fuentes de energía renovables.
Bromton folding bike by Jim.henderson. Public Domain |
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